Desde principios del siglo XX surgen nuevos movimientos
artísticos considerados de vanguardia en Europa que se irán difundiendo poco a
poco por el resto del mundo. El primer movimiento artístico planteado como tal fue
el futurismo que se desarrolla en Italia en las primeras décadas del siglo.
Filippo Tommaso Marinetti |
El poeta italiano F.T. Marinetti (1876-1944) es el encargado
de inaugurar dicho movimiento con la publicación de un primer manifiesto en 1909
en el diario francés Le Figaro. A
este primer manifiesto le seguirán en los años posteriores escritos de todas las
artes sobre pintura, arquitectura, música, teatro, fotografía, cine, literatura,
etc., demostrando el interés de abarcar toda actividad humana y no presentar
ninguna limitación.
El futurismo se presentó como un movimiento de carácter revolucionario,
huyendo y rechazando cualquier tipo de manifestación del pasado. Con un
derechismo político y oposición a la feminidad, exaltaba el machismo con el
deporte, la guerra, la violencia y el peligro. La política fue influyendo en el
futurismo y llegó a coincidir con las tesis del fascismo, partido en el que ingresó
Marinetti en 1919.
Se caracteriza por una renovación de los medios expresivos y
experimenta con la estilística y la
técnica. Está basado en el dinamismo y el movimiento o la velocidad, junto con
la mitificación de la heroicidad de la guerra y el desarrollo en auge de la
industria y la maquinaria.
Los artistas plásticos que siguieron el manifiesto de
Marinetti eran jóvenes seducidos por el divisionismo, que fue la forma que
adoptó en Italia el neoimpresionismo de Seurat y Signac. Los temas italianos se
acercaban al simbolismo mostrando emociones. En 1911 los pintores futuristas
vieron en París obras cubistas de las que adoptaron el lenguaje. Podemos
distinguir dos etapas del futurismo basándonos en la técnica. En la segunda
etapa se observan soluciones al dinamismo con nuevos recursos que artistas como
Picasso aplicaban a temas estáticos, como botellas, periódicos, etc. Aunque se
llegó a llamar al futurismo “cubismo dinámico”, muchas veces se llegaba a la
abstracción total.
Fotografía de Étienne-Jules Marey. |
En Giacomo Balla
destaca especialmente el movimiento. Al
principio utilizando la técnica del divisionismo y más tarde, al conocer mejor el neoimpresionismo francés,
cambia su estilo. En su cuadro Niña corriendo en un balcón, las manchas
de color ayudan a interpretar el desplazamiento del personaje.
Gino Siverini vivió en París durante mucho tiempo y esto le permitió
conocer bien todos los cambios y novedades del arte, lo que le convirtió en un
intermediario cultural entre la vanguardia internacional y el futurismo
italiano. Se encuentra influido por Picasso, Braque y Juan Gris. Y sus pinturas
tienen la intención de ofrecer dinamismo, que consigue además con colores muy
ricos, como en su Bailarina azul.
Niña corriendo en un balcón. Giacomo Balla. 1912. |
Bailarina azul. Gino Siverini. 1912. |
Carlo Carrá es otro ejemplo de búsqueda del dinamismo. En 1914
realizó Manifiesto intervencionista,
coincidiendo con la Primera Guerra
Mundial. Se trata de un collage con inscripciones patrióticas y belicistas que
apoyan la participación italiana en el conflicto y se completaba con elementos
pegados que aparentaban una explosión. El cubismo originario se despide de su
calma con obras como esta. El uso de los
planos geométricos como instrumento de agitación propagandística ofrecerá una
gran influencia en los constructivistas rusos y la cartelística comercial.
Manifestación intervencionista. Carlo Carrá. 1914. |
Umberto Boccioni (1882- 1916) es uno de los artistas
futuristas más destacados de formación divisionista y conocimiento cubista. Es
un pintor y escultor que tiende a lo épico y al romanticismo. Esto podemos
observarlo en La construcción de la
ciudad, una obra de gran exaltación del movimiento y elementos metafóricos.
En 1912 publicó su Manifiesto técnico de
la escultura futurista, donde establece las bases de una nueva estética que
desprecia tanto los monumentos como los procedimientos de la tradición. Algunas
de sus esculturas más importantes son Desarrollo
de una Botella en el espacio y Formas
únicas de continuidad en el espacio, en los que aparece un aire envolvente
y un volumen sólido que ayudan a apreciar una integración “dinámica”.
La construcción de la ciudad. Umberto Boccioni. 1910-1911. |
Formas únicas de continuidad en el espacio. Umberto Boccioni. 1913. |
Bibliografía: CLARK, Toby. Arte
y propaganda en el siglo XX: la imagen política en la era de la cultura de masas. Madrid. 2000. Akal. MICHELI, Mario de. Las
vanguardias artísticas del siglo XX. Madrid. 2006. Alianza. RAMÍREZ, J.A. Historia del arte. Madrid. 1997. Alianza
editorial.
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