.comment-timestamp { display: none; visibility: hidden; }

El papel del comic en la historia.

La primera pregunta que nos debemos cuestionar es ¿qué es un cómic? Un cómic es una historia narrada por medio de dibujos y textos interrelacionados, que representan una serie progresiva de momentos significativos de la misma. Cada momento expresado por medio de una ilustración recibe el nombre de viñeta.

 ¿Cuándo surgió este nuevo arte? No fue un fenómeno repentino si no que fue un proceso  de acumulación de expresiones gráficas que se fue perfeccionando sobre todo gracias al cómic norteamericano. El cómic norteamericano parte de la experiencia de la caricatura política y del periodismo satírico anglosajón de los siglos XVIII y XIX.

En Europa pasará lo mismo, pero a ello se le suma la tradición de estampería tradicional y el auge de la novela por medio del folletín para personas con menor base cultural. El naciente cómic europeo será poco evolucionado, el dibujo y el texto se complementaban narrativamente pero no se integraban dentro del espacio de la viñeta como ocurría ya en el cómic norteamericano, los textos estaban situados al pie de esta.

La historia del cómic español se inicia en el siglo XIX estrechamente ligada a la existencia de individualidades creadoras, a la búsqueda constante de nuevas formas de comunicación por medio de la imagen, al desarrollo de la industria editorial, y sobre todo a las posibilidades de venta de la mercancía cultural.  Ya en el Renacimiento, tenían la intención de representar las figuras y acciones de forma tridimensional, intentando captar la acción como lo hacía el ojo humano. Esta idea fue abarcada gracias al cine, pero el comic se constituyó a pesar de ello como un arte independiente que se difundió en los periódicos.

En España su nacimiento estuvo condicionado por los conflictos sociopolíticos en los que se enmarcaba también el nacimiento de la prensa, ambos muy ligados. Se conocen comics de 1868 muy influenciados por la burguesía, la aristocracia y la Iglesia ostentadores de poder. Se trata de  la época de los conflictos que originaron la Primera República Española, liquidada por el pronunciamiento del general Martínez Campos a favor de la Restauración borbónica. Es con la llega de Alfonso XII cuando nace el comic, como parte de los nuevos fenómenos socioculturales que se desarrollan. Se sucederán el acceso al poder de la burguesía, el movimiento obrero, la tercera guerra carlista,  la Guerra de la Independencia cubana, el crecimiento del sentimiento republicano, la intervención en Marruecos, el caciquismo etc. Todos estos acontecimientos marcarán la evolución del cómic español.

En el cómic español será muy importante en los primeros momentos la influencia de dibujantes europeos como Rodolphe Töpffer, cuyas obras pueden considerarse ya como los primeros cómics “primitivos”.  Gustavo Doré en sus colecciones de dibujos realizadas en Versalles en 1871, acompañaba unas caricaturas de diputados de la Asamblea Nacional con frases escritas al pie de la imagen creando un relato fragmentario de una sesión parlamentaria. Sin embargo los autores que ejercen mayor influencia en los dibujantes españoles son Wilheim Busch y Caran D’Ache. En Barcelona en 1881 se publican numerosas series de Wilheim Busch bajo el título genérico de Historietas ilustradas. El cómic será fundamentalmente humorístico difundido en revistas tan importantes como La Caricatura (1884),  y tendrá autores como Apeles, Rojas, Mestres o Mecachis cuyo mejor ejemplo de sus historietas es “El día de la boda” con el que realiza una sátira de la burguesía madrileña.


Viñetas de Töpffer.



El comic español tuvo como principal competencia al Estados Unidos. En poco tiempo los diarios americanos como el New York Herald comenzaron a incluir una página dedicada a estos primeros comics. Diez años más tarde aparecen los daily strips (tras de comic diarias) que supusieron un avance más hacia su popularización. Hacia 1929 comenzaron ya a publicarse en libro, son los llamados comic-books.

Debido a la difusión por los periódicos, los comics estarían más limitados o controlados ya que dada su popularidad y sintonía con el público, llamaron la atención de los distintos poderes de la sociedad norteamericana en la que estaba generándose una nueva concepción ideológica y moral del mundo, ina hegemonía política y económica internacional. Hasta la Segunda Guerra Mundial EEUU siguió manteniendo el liderazgo en la producción de comics con títulos como The Gumps (1917), Winnie Winkle (1920), Tarzán (1929), Mickey (1931) Flash Gordon (1934), Superman (1938) The Pantom(1936) etc. Eran historias humorísticas de tema familiar ilustradas con arquetipos sociológicos, aventuras, fantasías…formando una cultura de masas que más tarde aprovecharían los dirigentes para introducir sus ideologías.


A partir de 1917 el cómic en España cobra más importancia gracias a la revista infantil  “TBO” (de ahí el termino tebeo para los cómic españoles) donde aparecerán ejemplos como La Familia de Ulises, o el Profesor Franz. En 1921 se comenzó a publicar la revista Pulgarcito donde aparecieron los famosos Zipi y Zape (1948) y Mortadelo y Filemón (1958).




La Segunda Guerra Mundial impulsará el protagonismo de tema bélico y la carga política del comic. El propio Roosevelt auspició la famosa serie Captain America (1941) en la que aparecían frecuentes menciones a la situación bélica del momento. Era un medio de control del pensamiento muy sencillo, que incluso servía para educar a la población desde su infancia debido al aumento del consumo infantil en los comics.

Con el fascismo de Mussolini, la china maoísta o el franquismo se impulso la producción de cómics cargados de trasfondo político. El cómic se convirtió en un tipo más de propaganda para difundir las ideas políticas.

 A partir de la posguerra el argumento, el lenguaje y la difusión del cómic sufren muchas transformaciones. Ya es un género artístico internacionalizado y recorre todos los temas posibles, desde series de horror a series pornográficas. En los cincuenta se retoma el cómic humorístico con ejemplos como Peanuts (1950), Miss Peach, o Astérix (1959). En los sesenta aparecerán cómics con temas culturales, ejemplo de ello los cómics de heroínas como Babarella, Jodelle, o Valentina.


Poco a poco se multiplicaron las formas del cómic pero al mismo tiempo por la cultura underground o alternativa  se fue transformando en un fenómeno de consumo minoritario o incluso marginal. Actualmente el comic sigue existiendo con carácter humorístico en la prensa, también se ha convertido en una forma de ocio de estudiosos o aficionados nostálgicos del comic clásico aunque se siguen produciendo los comic-books con distintos temas introducidos de otras culturas como el manga  y temas clásicos como los comics de súper héroes. 

Biografía:

RAMIREZ J.A. Historia del arte: el mundo contemporáneo. Madrid. Ed, Alianza Editorial 1997

No hay comentarios:

Publicar un comentario